El agujero macular (AM) es una interrupción del tejido retiniano de la retina central (mácula), en concreto en la parte central de la mácula, la fóvea, que es el área de la retina que proporciona la máxima agudeza visual.
El AM se produce por el movimiento del vítreo generado por los movimientos oculares en pacientes con adherencias aumentadas del humor vítreo a la mácula. En estos pacientes las aceleraciones del vítreo ocasionan fuerzas tangenciales en la mácula que acaban provocando la apertura del tejido retiniano en la zona de mínima resistencia (la fóvea).
El AM rompe la fóvea ocasionando pérdida severa de agudeza visual y distorsión de la imagen (metamorfopsia) y una mancha ciega (escotoma) en el centro de la visión.
La cirugía del agujero macular consiste en la realización de una vitrectomía con inducción mecánica de un desprendimiento vítreo posterior completo (para eliminar las tracciones) y el pelado con micropinzas intraoculares de la membrana limitante interna (MLI). El pelado de la MLI reduce la rigidez de la retina, induce un estímulo cicatricial y asegurar que todas las tracciones han sido eliminadas de la fóvea. La vitrectomía se termina rellenado la cavidad vítrea con gas que se reabsorbe por sí solo en un plazo de 1-2 semanas. El paciente debe mantener una postura mirando al suelo durante 3 días para favorecer el cierre del agujero macular.
En casos de agujeros maculares de gran tamaño utilizamos colgajos de membrana limitante interna del paciente para sellar el agujero macular y aumentar la probabilidad de curación.
El pronóstico de la cirugía es excelente consiguiendo la curación anatómica del agujero macular en más del 95% de los casos y mejorando la agudeza visual y la metamorfopsia en la mayoría de los pacientes. Cuando la cirugía se realiza de forma precoz los pacientes suelen alcanzar agudezas visuales máximas.