Patologías Hereditarias, Inflamatorias y Tumorales
Las enfermedades heredo-degenerativas de la retina se producen por alteraciones genéticas que impiden el correcto funcionamiento de fotorreceptores, epitelio pigmentario de la retina y ciclo visual.
Las enfermedades heredo-degenerativas suelen ser progresivas y acaban ocasionando la muerte celular de fotorreceptores y epitelio pigmentario de la retina con la consiguiente pérdida de agudeza visual y de campo visual.
Este grupo de patologías se denominan distrofias y pueden afectar a toda la retina o únicamente al área macular:
Las distrofias generalizadas provocan disfunción de toda la retina. La distrofia generalizada más conocida es la retinosis pigmentaria o distrofia generalizada de bastones/conos. Las distrofias generalizadas con predominio de lesión en los bastones ocasionan pérdida de campo visual periférico y alteración de la visión nocturna. Las distrofias generalizadas con predominio de lesión en los conos ocasionan pérdida de campo visual central y alteración de la visión diurna.
Las distrofias maculares afectan únicamente al área macular. Las distrofias maculares más frecuentes son la enfermedad de Stargardt y las distrofias en patrón. Las distrofias maculares provocando la pérdida de la visión central del paciente y alteración de la visión diurna.
Actualmente existen muy pocos tratamientos para las enfermedades heredo-degenerativas, y la mayoría están en fase de investigación.
Un diagnóstico preciso es fundamental para que los pacientes afectos se puedan beneficiar de los avances terapéuticos futuros.
En fases muy avanzadas existe la posibilidad de implantar prótesis visuales como la ARGUS-II mediante vitrectomía. Estas prótesis permiten estimular la retina funcional persistente eléctricamente y recuperar visión ambulatoria a pacientes con ceguera profunda.